¿Por que uso mi despertador?
Este día requiere planeación para asegurar que
podrás cumplir en tiempo y forma con cada uno de los compromisos. Un primer
inconveniente sería no despertar a tiempo, pues ese tropiezo inicial podría
convertirse en una bola de nieve que impacte todo tu día.
Llegar tarde a la cita del trabajo de los
sueños probablemente afectará la valoración que te hagan en esa entrevista y
tal vez pierdas el empleo; este retraso podría impedir que llegues a tiempo al
banco y debas gastar en recargos por el atraso en el pago de la renta. Con el
corazón saliendo del pecho, llegas tarde a la cita médica y aunque te podrían
atender, olvidaste los estudios que debías llevar para la valoración. Al final
podrías cancelar la reunión con tu amiga porque es demasiado tarde y no tienes
humor.
Teniendo en mente todos estos riesgos, la
primera acción para mitigarlos sería tan simple como programar tu alarma para
despertar en tiempo. Levantarte temprano te permitirá prepararte, llevar
contigo todo lo que necesitas e iniciar la jornada con tranquilidad. Prever
aquello que puede representar un obstáculo o un problema forma parte de un
pensamiento basado en riesgos.
Ese pensamiento se aplica también en las
organizaciones, necesitan planificar e implementar acciones para abordar los
riesgos y oportunidades a fin de aumentar la eficacia del sistema de gestión de
la calidad, alcanzar mejores resultados y prevenir los efectos negativos.
La Norma Internacional ISO 9001:2015 considera
al pensamiento basado en riesgos como un elemento indispensable para un sistema
de gestión de calidad eficaz:
"El pensamiento basado en riesgos es
esencial para lograr un sistema de gestión de la calidad eficaz. El concepto de
pensamiento basado en riesgos ha estado implícito en ediciones anteriores de
esta Norma Internacional, incluyendo, por ejemplo, llevar a cabo acciones
preventivas para eliminar no conformidades potenciales, analizar cualquier no
conformidad que ocurra, y no tomar acciones que sean apropiadas para los
efectos de la no conformidad para prevenir su recurrencia”.
Así como un día antes debes hacer un recorrido
mental de los riesgos que pueden presentarse a lo largo de una jornada
importante; también requieres tomar el tiempo necesario para pensar en aquellos
riesgos que enfrenta tu organización.
Una herramienta que puedes utilizar es el
análisis de F.O.D.A muy popular para apoyar los procesos de planeación
estratégica de las organizaciones, y se sustenta en el análisis de cuatro
factores: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas para análisis del
entorno, es decir los riesgos que corre la organización.
Respecto al contexto de la organización, el
apartado 4.1 de la Norma Internacional ISO 9001:2015 señala:
"La organización debe determinar las cuestiones externas e internas que son pertinentes para su propósito y su dirección estratégica, y que afectan a su capacidad para lograr los resultados previstos de sus sistema de gestión de la calidad (...) La organización debe realizar el seguimiento y la revisión de la información sobre estas cuestiones externas e internas."
Regresando al ejemplo de tu día importante,
supongamos que mientras colocas tu alarma, te llega una notificación de
noticias avisando que al día siguiente pasará una marcha por la ruta que habías
pensado seguir. Esta información oportuna de un suceso externo, te permitirá
formular una opción alternativa que te permita llegar en tiempo.
¿Cómo implementar el pensamiento basado en
riesgos?
Para implementar el pensamiento basado en
riesgos puedes seguir las siguientes recomendaciones:
1.
Identificar cuáles son sus riesgos: depende del contexto interno y
externo de la organización.
2. Usar
el pensamiento basado en el riesgo para priorizar la forma en que se administra
los procesos.
3.
Identificar, ¿Qué es aceptable? ¿Qué es inaceptable?
4.
Analizar y planificar acciones para abordar los riesgos.
5. Analizar, ¿Cómo puedo evitar, compartir o
mitigar los riesgos?
6. Implementar el plan de acción.
7. Verifica la eficacia de la acción,
¿Funcionó mi plan?
8.
Aprender de la experiencia; mejorar.
La norma ISO 31000:2018, Gestión de
riesgos: los principios y directrices, puede ser una referencia útil para las
organizaciones que desean o necesitan un enfoque más formal del riesgo (su uso
no es obligatorio).
Esta norma considera que la gestión del riesgo es parte de la gobernanza y el liderazgo y es fundamental en la manera en que se gestiona la organización en todos sus niveles, pues contribuye a la mejora de los sistemas de gestión. Considera también los contextos, externo e interno, de la organización, incluido el comportamiento humano y los factores culturales.